Se amarra las agujetas mientras canta con mamá una canción pasada de moda. En su buen humor también se asoma un ligero nerviosismo. Lo observo todo el tiempo mientras va y viene ropa en mano. Lo observo cuando come, cuando abre la ventana, cuando hace esas cosas que nunca observo. Queremos antes de dormir decirnos cosas. Hacemos los últimos arreglos y preparamos la cama. Preparamos, preparamos siempre algo. Es así cada vez.
Es mejor cuando viene. Cuando viene hay esta certeza simple y dulce: viene a casa. Cuando se va en cambio, aunque conozca el itinerario de memoria, nunca sé a dónde.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario