Madre frustración que con tormentosa pero al fin cálida mano acaricia cada noche nuestros cabellos, antes de dormir. Soberana frustración que reina en tantas almas, sosteniéndolas como el engrane invisible y maestro.
Frustración vigía que tan al pendiente está de conservar nuestros pasos extraviados. Nos ha enseñado a agachar la cabeza y así evitar toparnos con el mundo de las infinitas posibilidades, y a la par evita también que descubramos su desfigurado rostro. Faro frustración que nos recuerda siempre la ruta de regreso al hogar vacío de la desesperanza. Faro siempre alerta que alumbra los caminos pasados del error y cielos vírgenes de auroras.
Frustración vigía que tan al pendiente está de conservar nuestros pasos extraviados. Nos ha enseñado a agachar la cabeza y así evitar toparnos con el mundo de las infinitas posibilidades, y a la par evita también que descubramos su desfigurado rostro. Faro frustración que nos recuerda siempre la ruta de regreso al hogar vacío de la desesperanza. Faro siempre alerta que alumbra los caminos pasados del error y cielos vírgenes de auroras.