19 jul 2013

De la verdadera personalidad

Que los niños y los borrachos dicen siempre la verdad. Las suyas son verdades que no son tomadas en serio. «Está borracho». «Es sólo un niño». Yo digo que no hay otra intimidad posible que conocer nuestra infancia y nuestra embriaguez. ¿No es todo lo demás una personalidad socialmente delineada? 

18 jul 2013

En familia

«No te cases», me dijo la esposa delante de su marido. «No tengas hijos», me dijo el marido a escondidas de su esposa. Los niños no hablan todavía.

17 jul 2013

Alianza

Ella no quería acceder a su deseo adolescente. Él no quería prestarse a su fantasía poética. Ninguno pudo rendirse ni liberarse de su obsesión tirana. Este perfecto desencuentro los unió hasta la muerte. 

16 jul 2013

La chica del aro

Se puso el aro en la nariz: «esto me recordará la mujer que quiero ser». Por alguna razón, la mujer abstracta a la que admiraba tenía ese distintivo. Y aunque su admiración tuviera más bien que ver con las cualidades espirituales de aquella que con algún rasgo físico, el aro fue el vínculo material entre las dos mujeres, el símbolo tangible. «Este aro nos acercará cada día hasta que no haya más distancia».

Diez años pasaron y no sólo no se estrechó su alianza, sino que la convivencia diaria hizo que aquella mujer llegara a resultarle invisible.

Hoy sólo es una chica con un aro en la nariz, que no sabe lo que quiere.

15 jul 2013

Gente con swing

He visto sus fotos desde hace años. Esa gente constante. Esos viejos amantes del punk, llevando sus playeras con el orgullo de los diecisiete. Esos intelectuales proclamando su vida llena de auténticos significados, ostentando su lenguaje exclusivísimo, fumando los mismos cigarrillos. Esas chicas superdotadas nacidas para esposas. Esos animales nocturnos. Esas lesbianas orgullosas y feministas indómitas. Esas niñas eternas con complejo de princesa. Esos alivianados con camisa de flores. El payaso de la clase. La señorita modelo. Los liberales y los conservadores. Los que siempre bailan. Los que siempre gustaron de la fotografía, los animales o los viajes. Los amantes de esto o aquello. Esa gente con vocación, con personalidad. Esa gente constante.

Así era él también. Y tenía razón cuando me dijo: «Eres una de esas: gente sin swing, gente sin fondo ni sustancia.» 

14 jul 2013

Hay hombres

Hay hombres que buscan la verdad en los ríos y los caminos, que fluyen también incansablemente. Huyen siempre de las ciudades y su gente y sus ruidos, hacia la inmensidad cristalina. Ellos también son cristalinos y se ponen tristes como el agua si se estancan. Y como ella tocan todo con caricias breves y llenas de frescura. ¡Dejan tantas piedras tristes a su alegre y despreocupado paso! Su ligereza y su fluir son contagiosos, tanto que las mismas piedras tristes quisieran ser barcos y navegar desorientadamente esas aguas. Pero los barcos tienen miedo a las cascadas.

Hay hombres fijos como anclas, como perros de casa. Su placer es quedarse quietos y contar estrellas. No es que sean sedentarios propiamente, es que se saben atados al movimiento imperceptible de los astros. Por eso echan raíces profundas y crecen firmes como sabinos. Y algún día albergan nidos cálidos y son faros que bendicen a los extraviados. Cobijados por su sombra, los viajeros se contagian de su espíritu contemplativo. Junto a ellos descansan y respiran como si fuera la primera vez.

¡He amado tanto a estos hombres! He deseado seguir sus rutas y franquear estoica su morada. Pero yo no sé si he nacido para ser árbol o ser río. Yo no sé si he nacido...